La sostenibilidad empresarial se refiere a la capacidad de realizar actividades a largo plazo, teniendo en cuenta estándares sociales, económicos y ambientales que aseguren la continuidad del negocio. En definitiva, una empresa sostenible es aquella que ofrece valor social, económico y medioambiental.
La sostenibilidad se ha convertido en uno de los principales objetivos a abordar por las empresas. De hecho, desde 1999 existe el Índice de Sostenibilidad Dow Jones, donde se analizan más de 600 variables sociales, ambientales y económicos con el objetivo de identificar y clasificar a las empresas más sostenibles.
Los consumidores están más concienciados con el medio ambiente y buscan comprar productos y servicios de empresas que estén comprometidos con el medio ambiente. Esto se evidencia en el aumento de las ventas de productos orgánicos y como consecuencia del aumento de técnicas de greenwashing (estrategia de marketing basada en presentarse como amigables con el medio ambiente, cuando en realidad no lo son).
Sostenibilidad es un término que va más allá de evitar que el agotamiento de recursos se produzca, es ser responsable con las nuevas generaciones, promover relaciones sociales sanas y proteger y conservar la naturaleza.
Las empresas con políticas que demuestren su compromiso con el medio ambiente tendrán una ventaja competitiva.
En el mundo empresarial, la cultura de sostenibilidad se logra cuando todos los empleados internalizan los valores sociales, económicos y ambientales de la sustentabilidad. Sin embargo, a día de hoy, sigue prevaleciendo la cultura de usar y tirar sin tener en cuenta las consecuencias.
Son muchas las estrategias que se pueden adoptar para transformar las actividades comerciales en espacios más sostenibles, aquí se explicarán una serie de ellas.
¿Sabías que ahorrar energía ayuda a aumentar la productividad? Según el Observatorio de Eficiencia Energética, el 95% de las empresas valoran la eficiencia energética como una oportunidad para mejorar su competitividad. Y es que lograr tener misma producción reduciendo el consumo energético tiene grandes beneficios desde el punto de vista empresarial y ambiental.
El primer paso que debemos tomar es analizar los espacios y los recursos empleados en la oficina. De esta forma, podremos valorar que medidas son las más adecuadas para optimizar recursos. Comprobar el aislamiento y aislar mejor las ventanas, en el caso de que sea necesario, para evitar fugas, ayuda a reducir el uso de la calefacción. Abrir las ventanas y aprovechar la corriente, en vez del uso del aire acondicionado o simplemente aprovechar la luz solar en vez la luz artificial.
Hay muchos ejemplos de conservación de energía, pero es importante evitar básicamente cualquier pérdida de energía debido a daños en la infraestructura porque son muy comunes y sus costos a largo plazo pueden ser enormes.
En algunos casos son necesarios cambios importantes y costosos, como es el caso de la energía renovable. Sin embargo, en la mayoría de los casos, los pequeños ajustes pueden marcar una diferencia significativa.
Como hemos comentado, el instalar sistemas de energía renovable supone grandes cambios en la empresa y una buena inversión económica. Sin embargo, es la mejor manera de ser respetuoso con el medio ambiente.
Actualmente, la energía renovable más adaptada a nivel empresarial es la energía solar. Los paneles solares fotovoltaicos generan electricidad a partir de la radiación solar y pueden permitir a tu empresa alcanzar el autoconsumo. Además de ser respetuosos con el medio ambiente, la energía solar nos permite ser independientes de la red eléctrica pública y ahorrar mucho dinero en facturas de energía. También existe la posibilidad de instalar sistemas de paneles solares térmicos, que utilizan el calor del sol para generar agua caliente, para uso sanitario y climatización.
Por otro lado, si no se quiere realizar una inversión tan elevada, existen los sistemas de aerotermia. Estos sistemas no son 100 % renovables, puesto que necesitan electricidad para que la bomba de calor funcione, pero consumen un 70% menos que los sistemas tradicionales para conseguir agua caliente sanitaria y climatización, aprovechando el calor presente en el aire.
Esta estrategia está relacionada con la primera, aunque no se limita a la entrada de energía. En un mercado global tan competitivo, es crucial aprovechar las regiones específicas en las que se desarrollan las actividades. Si es un lugar soleado, las placas que absorben la energía; si hace viento, el parque eólico…
Conocer tu zona y comprar a proveedores locales te ayudará a ahorrar en gastos de envío, a reducir el impacto negativo para el medio ambiente y apoyarás el comercio local frente al extranjero.
Esta estrategia tiene como objetivo reducir, reciclar y reutilizar los recursos existentes, ya que los recursos del planeta son limitados. El consumo y gestión responsable de los residuos son fundamentales para proteger el medio ambiente.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) el 48,3% de los residuos generados en España acaba en vertedero frente al 38,7% reciclado. Estos datos evidencian que la economía circular sigue siendo una asignatura pendiente, pero debemos cambiar la mentalidad y darnos cuenta de la importancia que tiene para el planeta reciclar y gestionar correctamente los residuos.
Por último, es importante tomar medidas para fomentar el uso del transporte público, siempre que haya otras alternativas.
En definitiva, el cambio climático es una realidad, cada vez los veranos e inviernos son más extremos y en nuestras manos está actuar, todavía podemos tener un futuro sostenible.
En Ambar estamos comprometidos con el medio ambiente y con una gestión eficiente de los residuos. Estamos especializados en la gestión integral de residuos peligrosos para empresas. Si quieres solicitar más información acerca de nuestros servicios, no dudes en contactarnos.