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El Plástico en el Medio Ambiente: Contaminación y Reciclaje

Los plásticos son materiales sintéticos liviano y duradero que  tiene diversos usos. Las aplicaciones del plástico en la vida cotidiana pueden encontrarse en sectores como el embalaje, la salud, el transporte, la construcción y la electrónica, entre otros.

Su producción ha ido aumentado progresivamente con el tiempo. En los años 50 no se superaban los 3 millones toneladas anuales, mientras que en 1993 ya se llegaban a producir 147 millones de toneladas. Las cifras más recientes ubican la producción mundial de plástico por encima de los 300 millones de toneladas.

Tipos de plástico: termoplásticos, termoestables y elastómeros.

Los plásticos se clasifican en función de su comportamiento ante la exposición al calor. Existen, por tanto, los: termoplásticos, termoestables y elastómeros.  

Los termoplásticos son materiales que pueden fundirse y moldearse con facilidad. Es posible darles nuevas formas continuamente. Se derriten cuando se calientan y se endurecen cuando se enfrían. Entre los termoplásticos más conocidos están el polietileno (PE), el policloruro de vinilo (PVC), el poliestireno (PS), el polipropileno (PP) y el tereftalato de polietileno (PET).

Por su parte, los termoestables son materiales sintéticos que una vez que han sufrido un cambio en su composición química, se convierten en materiales rígidos. No pueden ser modificados otra vez, a pesar de exponerse a altas temperaturas. Son materiales resistentes, y los más más utilizados son las resinas y siliconas, la baquelita y el caucho natural.

Los elastómeros son plásticos con gran capacidad de estiramiento y elasticidad. Entre sus características destacan la ligereza, durabilidad y beneficiosa estabilidad que poseen ante la humedad. Es habitual que estos plásticos se usen en la fabricación de neumáticos, y en la producción de prendas textiles como lycras o trajes de buceo.

 

¿Por qué es importante reciclar el plástico?

La gran paradoja que existe con los plásticos es que por su propia ductilidad, muchos de ellos  se pueden reciclar con facilidad a través de procesos químicos o mecánicos.

Muy importante para alcanzar el éxito en un proceso de reciclaje es la separación de los distintos tipos de plásticos según su composición. De este proceso depende mucho la calidad de los nuevos productos que serán fabricados una vez que se reciclen estos materiales.

Internacionalmente existen códigos de separación que les permiten a los consumidores distinguir los plásticos con mucha facilidad y rapidez. Este sistema de separación consiste en un código numérico contenido en un triángulo que queda grabado en los productos plásticos.

CÓDIGOPLÁSTICOEJEMPLOSRECICLAJE
Polietilen

Tereftalato (PET)

Botellas de agua

Botellas de refrescos

Envases de productos de limpieza y detergentes

Es uno de los plásticos más fáciles de reciclar
Polietileno de

alta densidad (PEAD)

Envases de detergentes para ropa

Envases de champú

Algunas bolsas de plástico

Es posible reciclarlo con facilidad
Policloruro de vinilo (PVC)Marcos para puertas y ventanas

Empaques transparentes

Botellas de aceite

Botellas que se aplastan con facilidad

Es de los plásticos menos reciclables.
Polietileno de baja densidad

(PEBD)

Bolsas de plásticos de supermercados

La mayoría de las envolturas de plástico

Algunas botellas

No suele reciclarse
Polipropileno (PP)Empaques para alimentos, tejidos

Envases de yogur, helados, sopas

Pañales desechables

Alfombras para exteriores

No se recicla con facilidad
Poliestireno (PS)Cajas de CD, cubiertos desechables

Máquinas de afeitar desechables

Envases de yogur

Juguetes

Es posible reciclar. Desde el punto de vista económico es un proceso costoso
Otros

(muchas veces policarbonato o ABS)

Biberones de plástico

Distintos tipos de embalaje

Carcasas de televisores, impresoras

Juguetes de alta resistencia

Muy difíciles de reciclar

 

Una separación correcta de los plásticos evita que los plásticos se mezclen con otros materiales. Evitando así los riesgos de contaminación en el proceso posterior de reciclaje.

Si se logra que cada residuo acumulado innecesariamente sea reciclado, se pueden disminuir los recursos que se destinan para procesar nuevas materias primas. Esto impacta de forma positiva en la conservación de los recursos naturales y significa un ahorro considerable de la energía y el agua que se requieren para obtener, transportar y procesar estos recursos.

 

El plástico biodegradable

Los plásticos biodegradables se fabrican con materias primas orgánicas que proceden de fuentes renovables, como verduras, soja, legumbres, vegetales. Existen otros plásticos biodegradables que se obtienen a partir de sumar aditivos biodegradables a los procesos químicos tradicionales de producción de plástico. Así se mejora la biodegradación, pero los plásticos biodegradables que se obtienen de fuentes renovables son los más comunes.  

Los objetivos comunes que comparten los plásticos biodegradables son lograr reducir al máximo de los daños al medio ambiente y mejorar la calidad de los plásticos. De esta forma se aumentan las posibilidades de reutilizarlos y darles más vida en la cadena de valor. Un producto de plástico biodegradable terminará degradándose en poco tiempo, siempre que sea desechado correctamente.  

La gran mayoría de los plásticos no son degradables, y, por tanto, dañan el ecosistema. Sobre todo si tenemos en cuenta que el plástico es un material que tarda muchísimo tiempo en degradarse. Teniendo en cuenta el tamaño y tipo de plástico suelen tardar en degradarse entre 450 y 1000 años.

Además de los efectos relacionados con la gestión de residuos derivados, otro de los daños que origina la sobreproducción de plástico, es el agotamiento de los recursos no renovables. El petróleo y el gas son una materia prima fundamental en la producción de plásticos y a la vez generan la energía que se usa en el procesamiento de estos materiales.

 

Contaminación del plástico

Las cifras oficiales señalan que más del 85% de las toneladas de residuos derivados de productos fabricados con plástico nunca han pasado por un contenedor de reciclaje, situación que provoca que a nivel mundial la recolección de plástico con objetivos de reciclaje no sea significativa.

Buena parte de estos productos que no se reciclan quedan como potenciales agentes contaminantes del ecosistema. O se eliminan mediante procesos no recomendados (lo que facilita la emisión de gases contaminantes a la atmósfera) o se arrojan a espacios naturales o vertederos (aumentando el volumen de materiales sin procesar). Al permanecer innecesariamente en el entorno, estos residuos dañan la fauna y las especies que lo habitan.

Solo en los océanos, espacios sumamente sensibles de recibir contaminación, se calcula que los plásticos desechados representan más del 85% de la basura marina a nivel mundial. Se estima que anualmente reciben entre 4,8 y 12,7 millones de toneladas de plástico cuyos efectos nocivos se notan directamente en el decrecimiento acelerado de la fauna marina. La previsión es que si la dinámica de crecimiento de desechos plásticos no reutilizables continúa en ascenso, para 2050 habrá en los océanos más plásticos que peces.

Acciones para reducir la contaminación del plástico.

Algunas de las acciones que se pueden implementar con el objetivo de reducir el impacto negativo de la contaminación por plástico, pueden ser:

  • Trabajar con infraestructuras de gestión de residuos que aseguren que los residuos de plásticos recogidos se reutilicen como recursos. Esta sería una manera de evitar la acumulación desmedida de residuos plásticos en áreas vulnerables.
  • Apostar por la innovación y el diseño responsable de envases y productos de plásticos. Muchos fabricantes no valoran aún la importancia que tiene la información para ayudar a mejorar los volúmenes de plásticos reciclados
  • Promover campañas de concienciación con los usuarios sobre la importancia del reciclaje y el consumo responsable, como vía para establecer una relación más respetuosa con el medio ambiente. Los usuarios desconocen el impacto que el Black Friday, Cyber Monday y la compra online tienen sobre el medio ambiente.

 

Reducir el uso de plástico

Entre las primeras medidas para frenar los efectos nocivos de la contaminación por plástico, fue regular el uso de las bolsas de plásticos. La primera consecuencia positiva de esta regulación fue la consiguiente reducción de la presencia de las bolsas de plástico en la cadena habitual de consumo.

Estas acciones colectivas han crecido en los últimos

años y no se les debe restar importancia, aunque en cada acción de sensibilización el rol individual es fundamental para mantener el ecosistema libre de contaminación por residuos plásticos.

Europa es la región donde existe una mayor conciencia de los peligros que el plástico provoca a la salud y al ecosistema. La industria europea está fuertemente comprometida con el reciclaje de plásticos y se estima que para 2025 se podrían suministrar al mercado de la región al menos 10 millones de toneladas de plásticos reciclados en forma de nuevos productos.

La preocupación gubernamental ha llegado a concretarse este año con la discusión en el Parlamento Europeo, la Comisión Europea y el Consejo Europeo, de una propuesta de legislación que regula la reducción del uso de los plásticos.

La cantidad de residuos de plásticos en los océanos y mares no cesa de aumentar y, por esa
razón, la Comisión Europea propone nuevas normas a nivel de la UE para los diez productos
de plástico de un solo uso que se encuentran con más frecuencia en las playas y mares de
Europa, así como para los artes de pesca perdidos y abandonados.

Comisión Europea, Bruselas. 28 de mayo de 2018.

Medidas para reducir el consumo de plásticos que propone la Comisión Europea para reducir el consumo de plásticos

En el comunicado de prensa que emitió la Comisión Europea en Bruselas, se contemplan las siguientes medidas:

  1.  Prohibir la circulación y comercialización a nivel regional de productos plásticos de un solo uso. Siempre que existan alternativas disponibles, regular los productos desechables de un sólo uso. Esta prohibición aplica a los bastoncillos de algodón, los cubiertos desechables, platos, absorbentes, agitadores de bebidas y pajitas.
  2. Asegurar que para 2025 los envases de bebidas se fabriquen con un 35% de material reciclado.
  3. Evitar ofrecer de manera gratuita productos plásticos de un solo uso.
  4. Etiquetado responsable de los productos plásticos indicando en cada caso la presencia de químicos. En determinados productos plásticos de un solo uso y el impacto negativo que tiene no reciclar estos productos en el medio ambiente.
  5. Los fabricantes tendrán que responsabilizarse de las recogidas de residuos abandonados y hacerse cargo de las medidas  de sensibilización ciudadana.
  6. Reducir las colillas y otros residuos de tabaco que contiene plástico en 50% para 2025.
  7. Prevenir el uso de sustancias químicas peligrosas en la producción de productos higiénico-sanitarios (compresas, pañales, etcétera).
  8. Reducir el uso de envases de plástico de un solo uso en un 25%, ofreciendo en cada caso opciones sostenibles a los consumidores.

Una nueva visión sobre el uso de plástico

En el centro de la propuesta de legislación europea que regula la reducción del uso de los plásticos, se encuentra la visión de la economía circular.

En pocas palabras, la economía circular defiende que los materiales deben ser diseñados para ser reutilizados o reciclados. Siguiendo esta lógica se mejora el ciclo de vida de los productos a partir de una revalorización cualitativa. Genera un ahorro de recursos naturales y materias primas vírgenes, a la vez que se promueve una dinámica de consumo más responsable y respetuosa con el medio ambiente y la salud.

En resumen, se trata de que mientras más tiempo permanezcan los materiales plásticos en la economía, mayor es la oportunidad de evitar la degradación de los ecosistemas afectados por la contaminación. Todos los actores que participan en la cadena de valor del plástico (productores de materia prima, transformadores, recicladores, sector de la distribución y consumidores) son importantes el cumplimiento de este objetivo.

Los plásticos son materiales que están muy presente en nuestras vidas por las múltiples ventajas que presentan en sus diversas aplicaciones. Contar con una asesoría profesional y un sistema integral de gestión de residuos como el que te ofrece Ámbar, es esencial para gestionar correctamente los residuos que se derivan de su uso y lograr completar un ciclo de producción responsable. Si tienes cualquier duda sobre cómo gestionar residuos derivados del plástico, no dudes en contactarnos.

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